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Cumbre Tajín es el festival cultural que se lleva a cabo año con año en la zona norte de Veracruz, a unos minutos de Papantla de Olarte para ser exactos. Durante 5 días, alrededor del equinoccio de primavera, el parque temático Takilhsukut cerca de la zona arqueológica del Tajín recibe a más de 155 mil visitantes con motivo del festival que ofrece actividades culturales, talleres y conciertos diarios con una cartelera de primer nivel. Cada año, el festival da cabida a un público ecléctico, desde quienes planean participar en todos y cada uno de los talleres culturales y terapias impartidas en los Nichos de Sanación, la Aldea de la paz; hasta aquellos cuyo único fin es gozar ininterrumpidamente durante 5 días de la cartelera musical que reúne el festival. LA CARTELERA PLAYA viajó hasta el Tajín para presenciar este evento, disfrutar de los conciertos y actividades y traer a ustedes el reportaje de un trayecto con un destino, DESTINO: MÚSICA.
La cartelera del evento no podía ser mejor: Juanes, Ziggy Marley, Chambao, Juan Solo, Los Rumberos de Masachusetts, Pet Shop Boys, Regina Spektor, Ceci Bastida, Silvia y Karmen, La Manta, The Smashing Pumpkins, Blind Melon, Ozomatli, La Gusana Ciega, Sistema Bomb, Fatboy Slim, Calvin Harris, Bostich Fussible+Nortec Collective, Emmanuel Jal, Julieta Venegas, Celso Piña, La Sabrosa Sabrosura (La Sabrosa?), Villalobos Brothers y Los Tigres del Norte como cierre del evento.
Una vez frescos y enmaletados en el Aeropuerto de Cancún, y después del papeleo correspondiente, nos dispusimos a ir de puerta en puerta persiguiendo el indeciso programa de nuestra aerolínea hasta que finalmente se decidió por un hangar, lo cual, de acuerdo a los comentarios de otros viajeros, resulta el modus operandi de la empresa en estos casos; aunque debo destacar que el pase VIP tiene sus beneficios, claro, eso hasta que nos forman en líneas para separar las “clases”, sólo para mezclarnos nuevamente en el camioncito donde es de lo más sencillo perder tu pase a primera fila y abordar en último lugar.
Al llegar al puerto de Veracruz decidimos pasar el día allí, El Hotel Colonial en el centro del puerto fue el elegido, ya que debíamos esperar a la mañana siguiente para buscar el reglamentario volován de jaiba, que de acuerdo a la sabiduría jarocha, debe comerse temprano por la mañana y jamás por la tarde. Dos enormes lámparas circulares de cristal verde adornan el lobby del hotel, que aunadas a un sin fin de detalles decorativos, dan un aire de nostalgia setentera la edificio. Las habitaciones ofrecen un efectivo e inigualable sistema de control de temperatura a manivela. A la mañana siguiente, después de unas gorditas picadas y enchiladas verdes en La fonda de las Gordas a un costado de la Catedral del puerto, nos dirigimos hacia el ADO en busca del sacrosanto volován de jaiba y ya por ahí los boletos para continuar el viaje. Debo confesar que dejamos el puerto sin volován y sin café lechero, pero lo compensamos con un Vuelve-a-la-vida en Cardel. En este punto, de comida ya habíamos excedido el límite, pero no se mal interprete, nos estábamos preparando para el resto del camino. Como bien lo indica el son jarocho El Puntalito: “No crean que soy comelón, es que no me gusta malpasarme”. Una vez terminados nuestros asuntos en Cardel seguimos el camino en auto hasta Papantla, que de acuerdo a la aplicación de la SCT Rutas Punto a Punto toma 2:09 hrs, pero con el tráfico tipo procesión que viajaba hasta la Cumbre seguramente nos tomó un poco más. Nota de viaje: Para este trayecto es indispensable contar con un buen soundtrack de carretera.
Al llegar al Tajín nos recibió la galería de puestos esperada en un evento de tal duración, desde tamalitos y tacos hasta las anheladas micheladas patrocinadas por INDIO. Detrás de los puestos estaba el estacionamiento y detrás del estacionamiento el área de camping gratuito. Hay que reconocer que todo estaba muy bien organizado y hasta los baños portátiles fuera del parque, los cuales suelen ser la pesadilla de todo evento masivo, se mantenían en un estado sorprendentemente aceptable. Buscamos estacionamiento y compramos los boletos del día. Juanes y Ziggy Marley, quienes regalaron un dueto al público, eran sin duda los más esperados del primer día, pero Chambao, Juan Solo y Los Rumberos de Masachusetts se ganaron a un público impaciente nota a nota. En este primer día pudimos confirmar lo esperado, el equipo de sonido era monumental con una producción y cambios de escenario impecables e intermedios de máximo 20 minutos entre artista, todo un récord; nos esperaban 4 días más de música “como Dios manda”.
El Viernes 22, Pet Shop Boys se llevó la noche por completo con un despliegue y juego de luces, gráficos en la pantalla y hasta coreografía abstracta, pero por supuesto, no podías esperar menos. Para el tercer día, Sistema Bomb, grupo de Electro-Jarocho producido por Héctor “Hecdog” Pérez, abrió la noche invitando al escenario a Sonidero Mestizo, conformado por Rocko Pachucote y Moyenei, y Asdru Sierra de Ozomatli. Los siguió La Gusana Ciega preparando el terreno para Ozomatli, quien ofreció una presentación impecable en todo sentido, o una cátedra de interpretación como bien dijo alguien en el público. Blind Melon transportó al público a los 90 y entregó el escenario a los Smashing que conforme avanzaba el concierto regalaban a sus fans de hueso colorado un concierto cada vez más íntimo y a pesar de que de la alineación original sólo quedaba Billy Corgan, el concierto estuvo buenísimo. Para quienes no tuvimos la oportunidad de ver a estas bandas en los 90’s, el trayecto sin duda valió la pena. El detalle es que al terminar los conciertos, se terminaba toda actividad dentro del parque y uno con el insomnio a todo lo que da. Afortunadamente en el área del camping había algunos “electro afters” dispersos por el terreno para entretener la falta de sueño.
A la mañana siguiente localizamos el área de regaderas y baños, que nuevamente cabe reconocer estaban bastante limpios, pero la fila era maratónica, especialmente para las regaderas con un promedio de 45 minutos a 1 hora por cristiano. Ya era casi medio día, y con modificaciones involuntarias al plan de hospedaje, empezamos a preguntarnos donde encontrar un habitación disponible temiendo tarifas de temporada alta tipo Playa. La güera de las cheladas, que tenía mano santa, nos recomendó un lugarcito que resultaba ser de su mamá, y con una llamada nos aseguró hospedaje a un precio más que aceptable ($300.00 por un cuarto doble) en una playa semi virgen llamada Rancho Playa a 1 hora de Papantla. Así que, en lugar de esperar 1 hora en la fila de las regaderas, bajamos por carretera hasta la playa prometida. Después de un cafecito de olla con canela, carne asada con enchiladas de tortillas de mano a un lado y el presupuesto intacto gracias al Hotel y Restaurant “La Perla Veracruzana” salimos a buscar el camión que pasaba cada hora (mas o menos) para regresar a Papantla y de allí al Tajín para no perdernos el cartel electrónico del evento más la presentación de Emanuel Jal, artista del Sur de Sudan con un mensaje de denuncia sobre la realidad desgarradora de los niños soldados en Sudáfrica.
Ya en el quinto día y para el cierre del evento, entramos temprano al parque y paseamos por los talleres y el área de souvenirs de productores locales. El silbido de la flauta del jefe de los voladores inundaba el aire constantemente ya que aproximadamente cada hora los voladores llevaban a cabo su ceremonia. Más entrada la tarde, presenciamos la ceremonia de petición de permiso que la comitiva de abuelos llevaba a cabo todos los día en el escenario antes de cada ronda de conciertos. Después de un rato, los Villalobos Brothers , banda de Son Jarocho, dio inicio a la presentación seguidos por La Sabrosa Sabrosura, a quienes no hace mucho habíamos visto tocando en Tulúm. Celso Piña nos dejó caer la Cumbia sobre el río y reventó la casa como siempre; Julieta Venegas, aunque no soy fan declarada, dio un buen concierto para dar paso a los jefes de jefes, Los Tigres del Norte, complacientes desde la primera canción, abrieron la presentación con La Puerta Negra a petición del público. La lluvia no se hizo esperar como en la noche anterior, pero el público ni se inmutó, el evento registró la mayor asistencia de toda la cumbre. Pues como no, al fin y al cabo eran los Tigres.
En todas las presentaciones, los artista compartieron algo en común, su presentación no se sentió cortada o apresurada, realmente tomaron el escenario y se conectaron con la audiencia como si fuera su propio concierto. Se agradece.
El evento terminó y regresamos a Papantla a pasar la noche y visitar amigos, y por la mañana emprendimos camino de vuelta hacia el puerto de Veracruz para tomar el vuelo a Cancún. Nuevamente el trayecto VIP hacia nuestros asientos más un sándwich parmesana sintético para pasar el vuelo. 2 horas después ya estábamos de vuelta en Playa.
Viajar por Veracruz, disfrutar sus paisajes y de su comida, escuchar artistas de la talla de The Smashing Pumpkins y Ozomatli, o Fat Boy Slim y Los Tigres del Norte en un mismo escenario es si duda un trayecto que no se pueden perder. La organización para la Cumbre Tajín 2014 ya ha iniciado su jornada y en LA CARTELERA PLAYA ya hemos apartado fecha para visitar Veracruz y Rancho Playa el próximo equinoccio.
CUMBRE TAJÍN 2013
El reportaje de un trayecto













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